La Flor Azul en Salvaje Federal

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@salvajefederal

Pablo Franco de @laflorazuleditorial nos contó estás cosas sobre su trabajo.


Estábamos buscando un nombre que representara el espíritu del catálogo que era editar autores del interior del país, más que nada de la provincia de Buenos Aires, y pensamos en alguna imagen que se refiriera al campo: la flor azul es la flor del cardo.

Lo mejor es que siempre estás antes que nadie con algunos textos y cuando encontrás algo que vale la pena, es como un descubrimiento. Incluso si es el rescate de una obra que uno vuelve a poner sobre la mesa. Lo peor es que a veces encontrás un libro y no es para tu catálogo y no lo podés publicar o por ahí el autor está entre dos opciones, me ha pasado, y se termina decantando por otra. Cuando uno es un editor nuevo, que está empezando, armando su camino, el respeto como editor uno se lo va ganando libro por libro. Hay autores que tienen más trayectoria que uno como editor y esa relación es difícil.

Mi relación con Hugo Nario fue muy linda: él era de Tandil y había publicado en los años 80 su libro más conocido que es el Bepo. Yo andaba atrás de ese libro porque sabía que merecía una reedición. Y en el trayecto me pasó que él estaba escribiendo unos textos sobre su memoria y pudimos trabajarlos juntos. Luego publicamos ese libro, La curiosidad, con sus memorias. Él había escrito y publicado muchos libros pero nunca había tenido un editor porque siempre habían sido autoediciones. Sus últimos años terminó escribiendo unos textos muy pequeñitos y muy detallistas. Fue un escritor que a pesar de todo siguió escribiendo, a pesar de no tener muchos interlocutores en un pueblo de la provincia de Buenos Aires. Yo alcancé a conocerlo y logré ser su único editor.